Cada piloto de motocross conoce esta regla de oro: “Los saltos son divertidos, pero lo crucial son las curvas”. A la mayor parte de los riders lo que más les gusta del MX son los saltos: el riesgo, el vuelo, el desafío; pero, en realidad, son las curvas las que marcan la diferencia en una carrera.
A menos que seas James Stewart y hayas inventado el Bubba Scrub, es difícil ganar mucho tiempo en los saltos. Sin embargo, sí que puedes rascar unos segundos extra en las curvas.
La entrada, la ejecución y la salida son cruciales en una prueba. Se puede decir que casi cualquier movimiento realizado en la pista está relacionado con la búsqueda de una mejor entrada o salida de las curvas.
Pocos pilotos del planeta tienen las habilidades necesarias para trazar las curvas como lo hace el piloto del Red Bull KTM Marvin Musquin. Esa capacidad innata le ha permitido proclamarse Campeón del Mundo de MXGP dos veces y vencer el AMA Supercross en otra ocasión. Musquin es un piloto larguirucho que posee lo que algunos llaman un 'estilo europeo': se levanta mucho, e incide sobre el tren delantero, lo que le posibilita ser muy suave (incluso en los tramos más duros de la pista) y fuerte en circuitos llenos de baches, como el Washougaland Unadilla.
Muchos pilotos estadounidenses, sobre todo en la categoría 250, lo hacen exactamente al revés: se acoplan lo más bajo que pueden a la moto y echan el cuerpo hacia atrás. Esto es ideal para ir rápido en las rectas, pero se puede volver en tu contra en otras partes del trazado.
Musquin es capaz de controlar bien la moto durante las frenadas fuertes, algo que sólo saben hacer los mejores profesionales.
Musquin es un piloto que lo tiene claro: la clave es ponerse en posición de ataque, con la pierna de dentro orientada hacia delante y cerca de la rueda delantera, y fijarse siempre en el final de la curva. Son unas recomendaciones que oirás salir de la boca de todos los entrenadores de motocross del mundo, y que quizás te permitan llegar tan alto como Marvin Musquin.